lunes, 27 de julio de 2020

El mundo, el hombre, la fe

Será bueno empezar por reconocer que sabemos muy poco de la naturaleza del dolor y menos aún de su porqué. Podemos, es cierto, dar algunas respuestas teóricas o intentar resolverlo con respuestas piadosas: sufrimos porque el hombre es un ser finito, o sufrimos porque Dios lo quiere. Pero estas respuestas aclaran muy poco, porque entonces vienen otras preguntas: ¿Y por qué hizo Dios finito al hombre? ¿Por qué, si Dios es bueno, acepta que un muchacho se mate en un coche la víspera de su boda, dejando destruidos a todos los suyos? Y no digamos nada cuando surge esa pregunta vertiginosa: ¿Por qué sufren los niños inocentes? Creo que nosotros, cristianos, debemos ser tremendamente prudentes al intentar responder a estas preguntas que, de hecho, hoy están destrozando el alma de casi media humanidad.
Dar explicaciones a medias es casi siempre contraproducente y sería preferible que, ante estos porqués, los cristianos empezásemos por confesar sencilla y humildemente lo que decía Juan Pablo II en su encíclica sobre el dolor: confesar que «el sentido del sufrimiento es un misterio, somos conscientes de la insuficiencia e inadecuación de nuestras explicaciones». Hay sí algunas respuestas que pueden aclarar unos céntimos del problema y que debemos usarlas puesto que eso es lo único que tenemos los humanos, pero sabiendo siempre que al final nunca explicaremos el dolor de los inocentes o por qué triunfan tantas veces en el mundo los malos. Y una de esas respuestas parciales podía ser la que afirma que dedicarse a combatir el dolor es más importante y urgente que dedicarse a hacer teorías y responder porqués sobre él.
José Luis Martín Descalzo, Reflexiones de un enfermo en torno al dolor y a la enfermedad.


1. Según el texto, ¿qué es lo primero que debemos reconocer cuando hablamos del dolor?
R= que sabemos muy poco de la naturaleza del dolor y menos aún de su porqué
2. El autor nos recomienda que, cuando tengamos que explicar a alguien el porqué del dolor, recordemos unas palabras de san Juan Pablo II. ¿Qué nos enseñan esas palabras?
R= el sentido del sufrimiento es un misterio, somos conscientes de la insuficiencia e inadecuación de nuestras explicaciones
3. En lo que se refiere al dolor y al sufrimiento de los seres humanos, el cristiano sí tiene una respuesta clara. ¿Cuál es?
R= Todo lo que hace Dios tiene un porque
4. Piensa en cómo puedes hacer tuya la recomendación del autor y dedicarte a combatir el dolor del mundo. Escribe cinco ideas que se te hayan ocurrido.
R= Ayudando al Prójimo, No pelear con mis padres, Cumpliendo con mis deberes escolares, Ayudar a las personas discapacitadas y Consolar a las personas dolidas sentimentalmente


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